El zoológco Ueno de Tokio acogió con felicidad el pasado mes de junio la llegada de un nuevo inquilino, un bebé de oso panda, el primero en nacer desde 2012, cuando Shin Shin, una panda gigante, diera a luz a otro cachorro que murió por una neumonía a los seis días. Esta cría entró en el 70%, según afirman expertos chinos, de los partos primerizos de oso panda que mueren en la primera semana de vida.
Shin Shin, de 11 años, se apareó en febrero con Ri Ri, ambos llegaron al zoo en 2011, y poco tiempo después comenzó a mostrar signos de embarazo. Finalmente, el mes pasado dio a luz y 30 días después la recién nacida ha superado el crucial primer mes de vida, considerado una fase crucial.
La recién nacida presenta un mayor tamaño y unos colores negro y blanco más claros que el anterior, y se encuentra, junto con la madre, bajo una continua supervisión de 24 horas al día por parte del zoo y de una experto de China para garantizar su buen estado de salud.
El próximo 28 de julio, el público podrá dar ideas sobre el nombre que llevará el pequeño panda nacido en cautiverio, que con 1.147,8 gramos de peso y 29,5 cm. de longitud mantiene un crecimiento constante.
Los pandas gigantes son una especia en peligro de extinción y se estima que en libertad hay menos de 2.000 ejemplares repartidos de China.
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