El historiador japonés y ex-presidente de la Universidad de Sophia Yoshiaki Ishizawa, ha ganado el Premio Ramón Magsaysay, considerado el Premio Nobel de Asia, por su labor en la ayuda para mantener el Templo hinduista de Angkor Wat en pie. "La protección y restauración de los sitios de Camboya deben ser llevadas a cabo por los camboyanos, para los camboyanos"
Angkor Wat, situado en la región camboyana de Angkor, es considerado como el templo religioso más grandes del mundo. Tras la independencia de Camboya en 1953, la población sufrió un empobrecimiento debido a las guerras, del mismo modo que sus recursos culturales y espirituales estuvieron amenazados, tal es el caso del Templo, que podría haber quedado en ruinas.
Ishizawa invirtió gran parte de su vida trabajando estrechamente con los camboyanos y colaborando con organismos internacionales para mantener el templo. Lanzó la Misión Internacional Angkor de la Universidad de Sophia, promoviendo trabajos de investigación y conservación al tiempo que formaba parte de actividades de restauración, educación del patrimonio público y estudios técnicos. También buscó generar conciencia y apoyo en el pueblo japonés realizando diversas campañas en medios de comunicación de su país.
Bajo su liderazgo, la Misión ha aumentado sistemáticamente la conciencia entre los escolares camboyanos y los aldeanos para que se sientan orgullosos de su herencia y se conviertan en sus protectores y conservadores. Como parte de este esfuerzo, la Misión Sophia estableció el Centro para la Educación en el Patrimonio Cultural de Angkor; Construyó el Museo Preah Norodom Sihanouk Angkor y fundó el Centro de Investigación y Desarrollo Humano de Sophia Asia en Siem Reap, un centro de formación y un albergue para estudiosos camboyanos y otros.
El consejo de administración del premio Ramón Magsaysay 2017 reconoce "su servicio desinteresado y firme al pueblo camboyano, su inspirador liderazgo para capacitar a los camboyanos para ser orgullosos administradores de su patrimonio y su sabiduría en recordarnos todo eso Monumentos culturales como el Angkor Wat son tesoros compartidos cuya preservación es así, también nuestra responsabilidad global compartida ".
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