27.000 años de antigüedad son los que se cree tiene el esqueleto humano encontrado en la cueva Shirahosaaonetabaru de la isla de Ishigaki, éste se presenta casi completo y pertenece a la Edad de Piedra antigua, así mismo, se piensa que fue colocado intencionadamente en la cueva, dando evidencias de un rito funerario de aquella época.
Si se confirma finalmente que su edad es de 27.000 años, superaría a los huesos descubiertos en la isla de Okinawa que databan de 22.000 años atrás.
En palabras del jefe del Centro Arqueológico de la Prefectura de Okinawa, Kamenobu Kinjo, "Este es un importante descubrimiento que podría marcar un nuevo capítulo en la historia humana de Japón".
En el mismo sitio de la investigación que tuvo lugar entre 2010 y 2016, han sido hallados más de 1000 restos pertenecientes a 19 individuos.