Monte Fuji

El Fuji es un monte mundialmente famoso, que representa un símbolo inequívoco de Japón.

Con una altura de 3.776 metros, su forma perfectamente simétrica se puede ver desde todos los alrededores. El monte Fuji presenta diferentes caras en las diferentes estaciones del año. En Japón, lo describen como "Fuji Diamante" cuando el sol poniente está justo sobre la cima de la montaña y como "Fuji rojo" cuando se enciende por el sol del amanecer. El Monte Fuji es una parte importante de la cultura japonesa. Ha sido objeto de numerosas obras de arte desde los primeros grabados o estampaciones en la técnica de madera ukiyo-e, que influenciaron a artistas extranjeros como Vincent van Gogh.

Monte Fuji
                     Fuji Rojo                                       Fuji Diamante 

El monte Fuji está en la prefectura de Yamanashi, a sólo 100 km del centro de Tokio, y desde Tokio, se puede llegar en tren en sólo 2 horas.

La Belleza Sagrada del Volcán

El Monte Fuji es lo que se llama un volcán compuesto, lo que significa que se forma a partir de muchas capas de lava endurecida que se han extendido, produciendo una base cónica muy extensa. La última gran erupción del volcán, sucedió hace unos 10.000 años.

Oshino

La lava del monte Fuji actúa como un filtro natural para la nieve y la lluvia que caen en su ladera, produciendo manantiales de agua mineral. El pueblo de Oshino en la Prefectura de Yamanashi, a unos 20 minutos en coche de la ciudad de Fujiyoshida, tiene ocho estanques de agua de manantial llamados Oshino Hakkai. En los estanques, se pueden ver granos de arena bailando, como si fuesen burbujas de agua carbonatada, que se han generado tras la filtración del agua a través de las rocas del Fuji, durante más de 20 años.

Las vistas de los estanques son impresionantes, con agua interminablemente azul, con plantas flotantes y algas verdes frescas, y con las doradas truchas nadando perezosamente.

Fujigoko es una región de lagos del manantial de Fuji, incluyendo el lago Motosu, el lago Kawaguchi y el lago Yamanaka. Las orillas de los lagos se colorean con flores estacionales como el musgo rosa, la lavanda y el tulipán. La imagen del monte Fuji se refleja en la superficie del lago de forma invertida. Esta misma imagen, se puede encontrar en los billetes de 1.000 yenes.

Tubo de lava
                                     Tubo de lava

Una de las características de esta región, son las formaciones geológicas causadas por los flujos de lava. Son muy populares las excursiones para ver los tubos de lava de casi 400 metros de largo y los árboles de lava.

Para aquellos que quieran ascender a la cima, la forma más común es tomar un autobús hasta un punto intermedio, llamado la quinta estación, y desde allí, continuar a pie. La subida no es especialmente difícil si se hace en dos días, con un descanso de unas cuantas horas en alguno de los refugios de montaña situados en las proximidades de la octava estación, antes de comenzar el camino de nuevo al amanecer.

Crater Fuji
                                      Cráter del volcán

Los escaladores pueden ver el cielo estrellado en el ascenso y unas magníficas vistas de los rascacielos de Tokio, si el tiempo está despejado. Cerca de 300.000 personas acuden al Monte Fuji cada año para realizar el ascenso. La subida es muy popular porque se trata de un ascenso fácil, que puede ser realizado por escaladores inexpertos. Es esencial llevar ropa de abrigo incluso en la temporada estival, ya que las temperaturas en la cima de la montaña pueden descender a 5°C al atardecer.

Los japoneses solían creer que los dioses vivían en el Monte Fuji. En los siglos XVII-XIX, se pensaba que el monte Fuji tenía energía mística, y era muy popular el culto a la montaña, llamado Fuji-ko. El santuario de Kitaguchi Hongu Fuji Sengen era el punto de partida para los peregrinajes a las cumbres. Este santuario fue construido en el año 788, para calmar los temores de la población sobre una posible erupción volcánica. En este santuario, se celebra cada 26 de agosto, el festival del fuego de Yoshida, que marca el final del verano. Se trata de uno de los tres festivales más singulares de Japón. Cuenta con más de 70 grandes antorchas taimatsu de 3 metros de altura, que se encienden y se llevan a lo largo de una ruta de 2 km.

Puedes ver un vídeo sobre el Fuji pulsando aquí.




Agencia Mkt360