De todos es conocido el boom de la comida japonesa en España. Existen numerosos restaurantes de cocina nipona y también numerosos platos preparados de venta de supermercados, que cada día cuentan con más adeptos.
Con el tiempo, se ha fijado la idea de que la comida japonesa tradicional es muy sana. La clave está en que se emplean productos frescos y de temporada; abundan los vegetales, el arroz y los pescados azules; los alimentos se cocinan al vapor y los platos no se condimentan en exceso con salsas o especias.
Este tipo de dieta y alimentación e incluso estilo de vida puede ayudarnos a bajar de peso y a llevar una dieta más equilibrada. El consumo de alimentos frescos, bebidas vegetales, pescados y arroz o trucos como comer en platos pequeños y no grandes cantidades, son opciones muy sencillas que podemos adoptar para tener una alimentación más saludable.
Alimentos básicos en la comida japonesa
Algunos de los ingredientes básicos que se utilizan en la comida nipona son muy conocidos y es relativamente sencillo ir incorporándolos a nuestra alimentación diaria, potenciando así una dieta más saludable.
El arroz es el alimento básico, e incluso podemos tomarlo integral.
La pasta o fideos es elaborada con distintos tipos de trigo y sin apenas carbohidratos. Algunos de los tipos más conocidos son udon, ramen, soba, somen, por ejemplo.
En cuanto a las frutas, son típicas las manzanas Fuji, las mandarinas o los caquis.
Pescados: destaca la caballa o el salmón.
La soja, el mijo o el tofu son ricos en calcio y proteínas. Son alternativas a los lácteos que no suelen consumir. Además, son ricos en antioxidantes, reducen el colesterol malo y previenen además la diabetes.
Té verde: una infusión o bebida muy saludable.
Vegetales y verduras: por ejemplo las berenjenas, los brotes de soja, setas, coles, jengibre, judías rojas, calabazas, brotes de bambú, rábanos, algas marinas y patatas
También es cierto, y se debes tener en cuenta, que hay algunos ingredientes con los que se debe tener cierto cuidado. Por ejemplo, el consumo de algas no es muy recomendado en personas que padecen tiroides por su alto contenido en yodo. Igualmente, con las salsa de soja, que hay que consumir con moderación debido a su exceso de sal. Y por último, las precauciones que debemos mantener en el consumo de pescado crudo, debido al parásito anisakis.
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