Dos días antes Ivanka se presentó en Tokyo. Raro que una mujer preceda a un hombre en Japón, aunque sea su padre, ni siquiera para entrar en el ascensor. Por supuesto que los Trump rompen esquemas. Y provocan preguntas.¿A qué fue?.
¿A reforzar la política pro mujer, el “Women-nomics” de Abe? Después del triunfo arrasador del Primer Ministro en las elecciones de Octubre uno de sus puntos de campaña había sido la dedicación a hacer que “la mujer brille” en la sociedad: promesas de jardines de infancia gratis, subida de salarios a las cuidadoras, lucha contra la discriminación por embarazo, igualdad de retribuciones...Para que vuelva a ser la brillante diosa de Japón Amateratsu, la diosa sol como en los principios fue, y no la diosa luna que vino a ser después en la historia, sólo reflejo del sol varón.
Dió su charla en la “Asamblea Mundial de la Conferencia de Mujeres”, y al menos logró 50 millones de euros para la obra de Ivanka, “Women Entrepreneur Finance Initiation”. Habló especialmente de el “empoderamiento” de la mujer. No fue un gran éxito, estaba en otro plano casi virtual. Se ha dicho duramente que fue una conferencia de sillas vacías. Tuvieron hasta que reducir la sala. Tampoco hubo preguntas. Ni siquiera los movimientos feministas se habían movilizado.
En realidad, ¿qué mas podía hacer por la mujer japonesa? Por todas esas todavía en las oficinas dedicadas a servir el te, sacar fotocopias y parecido. Las que no cobran horas extras, las que son mal miradas por irse a la hora para atender a sus hijos, las que no se atreven a tenerlos por perder el puesto.
¿A qué vino entonces realmente? Traje rosa elegantísimo y sencillo, figura esbelta a pesar de los tres hijos, pelo rubio...la princesa democrática de ensueño. En el mundo de revistas femeninas el triunfo ha sido espectacular. Y aunque nos cueste creerlo, con una resonancia inimaginable para la imagen de su padre. La suavidad, la belleza sencilla, el equilibrio corporal, el “kakko ii” (lo guay), son esenciales para la aceptación de la persona en Japón. La brusquedad de gestos y palabras, lo artificioso en cualquier arreglo corporal, la posición desafiante del cuerpo, el caos de pensamiento, la incertidumbre en las acciones son factores de rechazo de cualquier visitante por los japoneses. Ella no parecía hija del anunciado, y conocido, próximo gran huesped político.
Geniales los consejeros de Donald Trump que lograron disparar un primer flash suavizador con el viaje de su hija, y su rodar por la prensa. La visión de la bella Ivanka ha generado una empatía en la sociedad japonesa, tan necesitada por su padre, como creo pretendían. De los avances de la mujer japonesa en su sociedad se encargarán las “Abe-nomics”.
Pedro Gallo
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