Leemos de Japón. Leemos de España. El hecho puede ser inteligible, sorpresivo, cotidiano, inaceptable, super... ¿Y si le cambiamos el escenario? Esto allí, aquello aquí.
Un mismo hecho, al cambiarle de escenario se trasforma inesperadamente.
¿Qué hechos podemos trasladar a otro escenario? ¿ La dimisión de una diputada por infidelidad conyugal, las cafeterías de gatos, la tomatina, la última violencia racista, las sandías cuadradas, el nuevo tipo de “hombre vegetal”, una corrida de toros, el último éxito del Teatro Takarazuka, el secesionismo nacionalista, la J- Alert de misiles...
Todo son hechos humanos que se escenifican en una sociedad. Hechos sociales.
Primero se nos viene la noticia, y la vivimos así, en el escenario cultural que se nos presenta. Botón imaginativo y la revivo en el escenario del otro país. En forma de pregunta sería: ¿ y si pasase esto en esa otra sociedad? ¿Nos cuadra? ¿Chirría? ¿Es pensable? ¿No cambia nada? ¿Qué matices tendría?…El mismo hecho en dos escenarios, dos culturas, en concreto en dos SOCIEDADES.
Se goza primero del hecho descubierto, nuevo por sus llamativas pinceladas, sabores originales, empatía o repulsión despertadas, intriga o satisfacción. Después, la diversión del espectáculo, reencuadrándole de nuevo en el otro escenario cultural, la otra sociedad propia o ajena. Justo lo contrario del aburrido y consabido “eso sólo pasa aquí”, o el “eso sólo pasa allí”. Mejor la intriga del “¿Y si eso pasase aquí, o, allí?”, según el caso. Seguido de cuantas mas preguntas mejor, además de las recién dichas unos renglones arriba, para ver cómo va cambiando la escena tirando a la igualdad, al absurdo, a la caricatura, a la imposibilidad...o a la necesidad de conocer mejor los escenarios.
Es un juego de fantasía para cualquiera. Eso sí, conlleva mucha reflexión sobre las dos culturas, y mucho estudio para conocer y saber poner el verdadero escenario ajeno. No inventárnoslo decorándolo con mitos, tópicos, prejuicios y lugares comunes tradicionales.
No, la comparación es otra cosa. Y hasta odiosa.
No se trata de comparar, sino de “ ¿y si...se diese ese hecho en el otro escenario, en la otra cultura en la otra sociedad? A eso jugamos. Es un divertimento para las cuatro estaciones. Pueden ser tan aburridas las noticias repetitivas del mismo país, que imaginadas en otro escenario, cuanto mas antípoda culturalmente mejor, pueden llegar a intrigantes.
Juego de unos y sueño de tantos: una vida doble. Vivir España y Japón, por casual ejemplo.
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